La jornada partida me parece un atraso en muchos aspectos.

1° Mucha gente se va a ver obligada a contratar servicio de comedor, si no disponen de tiempo suficiente como para llevar y recoger a los menores cuatro veces al día. 

2° Es difícil que los docentes logren captar la atención de los alumnos, tras un parón de dos horas de descanso, en la que los menores desconectan totalmente de los estudios.

3° Si los propios docentes la rechazan, tampoco parece que esta fórmula sea la más efectiva para incentivar el trabajo de la enseñanza,y ello repercutirá negativamente en el correcto desarrollo del curso.

ALEGACIONES de la FAMPA TORREJON DE ARDOZ al proyecto de Decreto del Gobierno, por el que se regula la jornada escolar en los centros docentes que impartan educación infantil y educación primaria, así como en colegios públicos de educación infantil y primaria autorizados para impartir educación secundaria obligatoria y en centros específicos que impartan educación especial en la Comunidad de Madrid

1º EL CAMBIO A JORNADA PARTIDA NO RESUELVE EL PROBLEMA DE LA CONCILIACIÓN.

Indican en los problemas que se pretenden solucionar la necesidad de aumentar la conciliación con la vida laboral y familiar:

“La jornada escolar en los centros docentes que impartan el segundo ciclo de Educación Infantil y Educación Primaria en la Comunidad de Madrid está regulada por la Orden 11994/2012, de 21 de diciembre, de la Consejería de Educación, Juventud y Deporte, por la que se regula la jornada escolar en los centros docentes que imparten segundo ciclo de Educación Infantil y Educación Primaria en la Comunidad de Madrid y la Orden 502/2013, de 25 de febrero, de la Consejería de Educación, Juventud y Deporte, por la que se regula el procedimiento a seguir para solicitar el cambio de jornada escolar en los centros públicos que imparten segundo ciclo de Educación Infantil y Educación Primaria en la Comunidad de Madrid. Desde la entrada en vigor de dichas disposiciones, se ha observado una creciente demanda de las familias en las que se pone de manifiesto, la necesidad de aumentar la conciliación con la vida laboral y familiar.”

La jornada continuada habitual es de 9:00 a 14:00 horas, comedor de 14:00 a 16:00 horas y extraescolares de 16:00 a 17:00 o 18:00.

La jornada partida habitual es de 9:00 a 12:30 horas, comedor de 12:30 a 14:30 horas, clase de 14:30 a 16:00 y extraescolares de 16:00 a 17:00 o 18:00 horas.

Esto quiere decir que la hora de entrada y salida sería idéntica en ambos tipos de jornada haciendo uso de comedor y/o extraescolares.

Sin embargo, si no se usan esos servicios en la jornada partida los padres deben dejar a su hija o hijo en el centro educativo a las 9:00 horas, regresar por el dos horas y media más tarde, a las 12:30, desplazarse a su domicilio, comer y regresar al centro educativo a las 14:30. Solo hora y media más tarde deberán de estar de nuevo en el centro educativo para recoger a su hija o hijo a las 16:00 horas.

En cambio, con la jornada continuada los padres dejan al alumno o alumna a las 9:00 y regresan por el cinco horas más tarde, a las 14:00 horas.

Por lo que la conciliación es mucho más eficaz con la jornada continua, si no se utilizan servicios añadidos, y tiene la misma eficacia en ambos sistemas si se utilizan los servicios de comedor y extraescolares. Por lo que, según este argumento, debería darse prioridad a la jornada continuada sobre la partida.

2º LOS ESTUDIOS SOBRE LA JORNADA ESCOLAR NO SON CONCLUYENTES

“Asimismo, diversos estudios científicos han puesto de manifiesto que desarrollar la jornada escolar de un modo pausado, alternando los períodos lectivos con los tiempos de ocio, alimentación y descanso tiene un efecto positivo sobre el rendimiento académico y el bienestar de los alumnos. Igualmente, algunos estudios han demostrado la necesidad de tener en consideración el respeto por el adecuado desarrollo evolutivo y equilibrio social y emocional de los menores, así como sus biorritmos a la hora de abordar las actividades de enseñanza y aprendizaje en los centros escolares.”

Los estudios sobre la jornada escolar no se pueden considerar concluyentes, ya que ninguno afronta el estudio desde una perspectiva integral.

Nuestras aulas son inclusivas, pero en ningún estudio se valora los efectos de la jornada sobre la inclusión ni se tiene en cuenta las diferentes patologías que pueda tener el alumnado y como les afectará cada tipo de jornada. Un alumnado autista con hiperacusia, por ejemplo, no puede usar los servicios de comedor, y con los horarios de la jornada partida uno de los miembros de la familia deberá de dejar de trabajar, esto no se refleja en ningún estudio.

En algunos estudios se pone de relieve las horas de entrada y salida, pero se considera que la jornada partida incluye comedor y extraescolares. Sin embargo, cuando se valora la jornada continua se hace sin incluir a estos servicios, llegando por tanto a una conclusión errónea. Por ejemplo: https://www.esade.edu/es/noticias/la-jornada-escolar-continua-supone-una-perdida-de-8048-millones-de-euros-al-ano-para-las

No hay un informe que valore la diversidad del alumnado y cómo influye en este alumnado el tipo de jornada, por lo que la argumentación a favor de una jornada u otra deberá de hacerse en base a informes que realicen un análisis integral de la situación, o de lo contrario se podría crear situaciones discriminatorias en los centros educativos.

3-CAPACIDAD DE ELECCIÓN

Cuando dicen:

“Actualizar la regulación de la jornada escolar con el objetivo de incrementar la capacidad de elección de las familias madrileñas y facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar.

La capacidad de elección de las familias relativa a la jornada escolar se encuentra ahora mismo reflejada en la Orden 502/2013, de 25 de febrero, de la Consejería de Educación, Juventud y Deporte, por la que se regula el procedimiento a seguir para solicitar el cambio de jornada escolar en los centros públicos que imparten segundo ciclo de Educación Infantil y Educación Primaria en la Comunidad de Madrid. Es un procedimiento garantista en extremo que exige un cuórum de 2/3 tanto de familias como del profesorado para adoptar decisiones relativas al tipo de jornada. Este procedimiento permite el cambio tanto a jornada partida como continuada.

Una nueva legislación que solo permita el cambio a jornada partida no aumenta la capacidad de elección de las familias, al contrario, les niega el derecho a elegir la jornada continuada. Por lo que este cambio supondría un recorte en los derechos de las familias con el que no podemos estar de acuerdo.

Buenos días.

Como docente en un centro público de la Comunidad de Madrid estoy completamente en contra de esta modificación por varios motivos:

1. Es una modificación hecha sin ningún dato objetivo, claro e irrefutable que avale su necesidad en este momento. Todas las CCAA del resto del país tienen la ESO fuera de los CEIP exceptuando casos puntuales como los CEIPSO que ya ocurren en nuestra región, por lo que es una medida que nadie ha propuesto ni probado ni evaluado. No hay ningún estudio que diga que es algo beneficioso para los alumnos, ni que muestre una necesidad en la comunidad educativa ni que muestre que es algo que mejorará el sistema actual. Es, simplemente y con todos mis respetos, una ocurrencia.
2. No se ha consultado a nadie sobre los posibles beneficios, perjuicios o consecuencias de la medida. Simplemente se comunicó en el Debate del Estado de la Región y se ha trabajado a partir de esa alocución. No ha habido una consulta previa, ni una comunicación al Consejo de Directores, ni a sindicatos. Nadie sabía la medida hasta que la Presidenta lo dijo.
3. Hay prioridades mucho mayores antes que incorporar 1º y 2º de la ESO en los CEIP de la Comunidad. Por mencionar algunas:
   1. La disminución del número de profesores y maestros en los últimos años en todos los centros públicos.
   2. La poca respuesta a las necesidades educativas de todos los alumnos, recortando la presencia de especialistas en Pedagogía Terapéutica, Audición y Lenguaje, Orientación, Técnicos Educativos y demás profesionales que son imprescindibles para la buena labor docente.
   3. La escasez de recursos dentro de los propios centros, a los que no llegan los materiales necesarios para poder realizar una buena atención a los alumnos. Hablo de pizarras, mesas, sillas y todo lo necesario para el día a día de un centro. Se están recortando presupuestos a los centros en partidas como su funcionamiento normal.
   4. El aumento de la burocracia en procesos no esenciales y la presión sobre su entrega, como la publicación de documentos en las webs de los centros que las familias no leen o la redacción de planes e informes que, sinceramente, nadie lee curso tras curso.
   5. El poco valor que se da a los profesionales que trabajamos en los centros. Muchos padres nos tratan como si fueramos los simples cuidadores y entrenedores de sus hijos e hijas sin valorar toda la labor que se desempeña minuto a minuto en los centros.
   6. La disminución del poder adquisitivo de todos los profesores y maestros que son de los peores pagados de toda España, a pesar de trabajar en una de las regiones más ricas (por no decir la más rica) del país. Esto rompe la igualdad de todos los españoles y hace que muchos maestros y profesores prefieran trabajar en otras CCAA con una vivienda más barata y sueldos más altos. Este punto es el último porque la mayoría de profesores y maestros no trabajamos por el dinero que recibimos, sino porque amamos la profesión, pero todo lo anterior nos hace pensar en dejarlo.
4. El objetivo de "reducir el fracaso escolar" no se cumple porque un alumno esté hasta los 14 años en el mismo centro, se cumple enviando profesores y maestros de refuerzo a todos los centros para que se pueda ayudar y apoyar a estos alumnos mediante grupos reducidos y actividades de refuerzo en horario de tarde.
5. La jornada partida es, a todas luces, ineficaz; por muchos motivos:
   1. Provoca que los alumnos pierdan las sesiones después de comer por una bajada de su atención debido a los procesos de digestión. Cualquiera que tenga hijos en cualquier centro de la Comunidad (sea público, concertado o privado), sabrá que sus hijos no aprovechan más las sesiones por la tarde.
   2. Hay que sumar que a la vuelta del comedor se tienen que invertir muchos minutos para resolver conflictos que no se han resuelto en comedor.
   3. Se invierten las mismas horas en el centro escolar que en la continua sumando el tiempo lectivo más el comedor (de 9:00 a 16:00 en ambos los casos).
   4. La jornada partida solo beneficia al pensamiento de los padres que "quieren que a su hijo se lo entregue un profesor del centro y no el/la monitor/a de comedor". Un motivo absurdo.

Si desean conocer la realidad de los centros y la opinión real de los profesores y maestros, dediquen varias semanas a visitar centros escolares públicos de la Comunidad y permitan que los profesionales que estamos ahí les hablemos de los problemas reales que vemos todos los días. No avisen de la visita para ver lo bonito que es un centro o lo bien que trabajan el proyecto X, pregunten sobre las necesidades reales y sobre lo que se necesita para que la educación pública madrileña sea la mejor de España y no una simple copia de los modelos de la concertada que parece que es lo que buscan.

Hola,

Me parece un atraso volver a la jornada partida. Muchos centros han votado tener jornada continua con 2/3 de votos a favor de las familias, entonces no veo el sentido de ahora querer quitarla cuando así ha sido votado.

En ambas jornadas, continua y partida, los niños salen a la misma hora, lo único que cambia es la hora de comer. ¿Acaso los fines de semana los niños comen a las 12:30? ¿Quién puede recoger a sus hijos a las 12:30 para comer y luego volver a llevarlos? OBVIAMENTE la jornada continua favorece la CONCILIACIÓN FAMILIAR porque quién pueda puede recoger a sus hijos del colegio a las 14:00 y no volver hasta el día siguiente, lo cual no ocurre con la partida ya que todos los niños saldrán obligatoriamente a las 16:00.

Lo que está claro de todo esto es que desde el gobierno se favorece la partida porque lógicamente BENEFICIA A EMPRESAS PRIVADAS DE COMEDOR puesto que todos los niños, o la gran mayoría, se quedarán a comer en los centros puesto que las 12:30 es muy mala hora para ir a recogerlos y darles de comer.

Además ¿alguien se ha puesto en el lugar de los niños? ¿Cualquiera de vosotros rendís mejor en el trabajo después de comer o tenéis un montón de sueño y pocas ganas de trabajar? Apuesto a que a la gran mayoría les pasa lo segundo, por lo que siempre va a ser mejor comer y después descansar o jugar, antes que ponerse a trabajar. No siempre se va a poder desde los centros hacer un horario en el que después de comer sean asignaturas sin mucha carga, pero en muchas ocasiones nuestros hijos darán matemáticas, por ejemplo, y creo que no es buena hora para que estén atentos y puedan entender bien las explicaciones.

Así que por favor todos los que tenéis un beneficio con la jornada paprtida daos cuenta de una vez que NO ES MEJOR QUE LA CONTINUA Y QUE NO FACILITA LA CONCILIACIÓN FAMILIAR COMO SÍ LO HACE LA CONTINUA. Además los niños rinden más antes de comer.

Como docente y director de un centro educativo público de la Comunidad de Madrid, considero necesario expresar mi disconformidad con el proyecto de decreto sobre la jornada escolar propuesto por el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid. Dicho proyecto, presentado bajo consulta pública, establece como objetivos clave aumentar la capacidad de elección de las familias madrileñas y facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar. Sin embargo, tras analizar sus argumentos, considero que ambos puntos carecen de coherencia en la práctica y pueden incluso producir efectos opuestos a los mencionados.

1. Capacidad de elección de las familias

En relación con el primer objetivo, aumentar la capacidad de elección de las familias madrileñas, resulta contradictorio afirmar que se incrementa la capacidad de elección de las familias cuando, en realidad, se está limitando su participación directa en la decisión sobre la jornada escolar de los centros educativos a los que asisten sus hijos. Actualmente, las familias, a través de su representación en el Consejo Escolar y mediante votación, tienen la posibilidad de elegir la jornada que mejor se adapte a sus necesidades y preferencias. Imponer una jornada partida de manera generalizada reduciría esta capacidad de decisión, centralizando una decisión que hasta ahora ha sido fruto del consenso en cada comunidad educativa.

2. Conciliación de la vida laboral y familiar

En cuanto al segundo objetivo, la conciliación de la vida laboral y familiar, considero que la propuesta de jornada partida no contribuye a ello, sino que, en muchos casos, puede dificultarla.

En los centros de jornada continua, el horario lectivo se desarrolla de 9:00 a 14:00 horas, permitiendo que los alumnos permanezcan en el comedor escolar hasta las 16:00 si así lo desean. Este modelo facilita a las familias organizar su jornada con dos desplazamientos: uno a la entrada y otro a la salida del horario lectivo.

En contraste, en los centros de jornada partida, las familias que no deseen o no puedan costear el comedor escolar se ven forzadas a realizar hasta cuatro desplazamientos al día: a la entrada del centro, al mediodía para recoger a los alumnos, a su regreso al centro tras la pausa del comedor y, finalmente, a las 16:00 para la recogida final. Esto, lejos de favorecer la conciliación, representa una carga adicional para muchas familias, especialmente aquellas que, por limitaciones económicas, prefieren evitar el servicio de comedor. En este tipo de jornadas, las familias que desearían organizar su jornada sin recurrir al comedor escolar terminan viéndose, en cierta medida, forzadas a utilizarlo para evitar los constantes desplazamientos, lo cual genera un verdadero obstáculo a la conciliación de la vida laboral y familiar.

3. Falta de transparencia en los estudios científicos citados

Además, en el texto de consulta se afirma que "diversos estudios científicos han puesto de manifiesto que desarrollar la jornada escolar de un modo pausado, alternando los períodos lectivos con los tiempos de ocio, alimentación y descanso tiene un efecto positivo sobre el rendimiento académico y el bienestar de los alumnos." No obstante, resulta cuanto menos llamativo que una afirmación de tal envergadura no venga acompañada de una relación de dichos estudios, aunque sea a pie de página. Esta omisión priva de transparencia al documento, pues al no especificar los estudios referidos, se limita la capacidad de contrastar y analizar las evidencias científicas que se presentan como base de la argumentación. Dado que se busca legitimar un cambio significativo en la organización escolar, la falta de fuentes concretas suscita dudas sobre la solidez del respaldo científico alegado.

En conclusión, la idoneidad de un modelo de jornada escolar sobre otro es un tema complejo y sujeto a un amplio debate, en el cual difícilmente alguien puede arrojar una verdad absoluta. Mi intención a través de esta alegación no es otra más que señalar, en mi opinión y a la luz de mi experiencia, que los beneficios expuestos en el proyecto de decreto no son tan sólidos como se asevera en el texto. Limitar la elección de las familias imponiendo un único tipo de jornada escolar desde la Comunidad de Madrid reduce su capacidad real de decidir sobre el bienestar de sus hijos y de participar en la organización de los centros. El debate en cada centro sobre el tipo de jornada debe estar siempre abierto y quizá sea conveniente revisar los procesos mediante los cuales cada comunidad educativa puede decidir su modelo de jornada. Sin embargo, no considero que la solución pase por imponer una jornada única a las familias de los distintos centros educativos de la Comunidad de Madrid.

Como profe y madre he venido observando que la jornada continua es más beneficiosa para nuestros alumnos. Después de comer la atención disminuye y la falta de atención aumenta. También tienen más tiempo para realizar actividades más lúdicas, como pintura, fútbol... Las familias vamos menos estresadas y aprovechamos más el tiempo con nuestros hijos. 

En primer lugar, la manera en la que se está difundiendo información falsa desde la administración pública, me parece algo vergonzoso. Decir a las familias que la jornada partida facilita la conciliación familiar, cuando la realidad es que la permanencia en los centros es exactamente la misma (de 9:00h a 16:00h) independientemente de que se parta la jornada en dos o no, debería aclararse públicamente, porque es el punto que más lleva a las familias a pensar que una jornada partida es mejor, cuando no es así.Todos los que somos docentes (soy directora de un centro público) sabemos lo que es dar las clases después de dos horas de parón con la comida de por medio. Los alumnos están cansados, (el proceso de la digestión es en uno de los que más energía invierte nuestro cuerpo). Nos pasamos buena parte de la clase hablando de conflictos en el patio del comedor (que es largo) por lo que gran parte de la sesión se pierde.. 

Las horas de antes de comer son siempre mucho mejor aprovechadas. Por supuesto, esa teoría de que por la tarde se darán siempre las asignaturas con menos carga curricular ya que son más adecuadas a esas horas...permítanme que me de la risa. Que vengan esas personas que han dicho esto a un colegio y nos hagan los horarios para ver como consiguen que en 20 aulas se esté dando plástica, música y educación física sólo en las sesiones de tarde, teniendo en cuenta que suele haber un especialista de música por centro, y uno o dos de educación física dependiendo del número de aulas...si descubren cómo hacerlo, les ruego vengan y nos lo cuenten. 

Lo que sí es cierto, es que cuando hay jornada continua, se obliga a la mayoría de las familias a pagar si o si el servicio de comedor, puedan o no venir antes a por sus hijos, lo cual es un gasto que hay familias que podrían evitar si pudieran decidir si dejarles a comer o no (en continua se come de 14:00 a 16:00, en partida de 12:30 a 14:30, pero como han de volver al aula, prácticamente la totalidad se ve obligado a pagar este servicio., así que lo de dar más elección a las familias...es poco fiel a la realidad.

Lo único que cambia es la distribución de las sesiones de clase, con más aprovechamiento y menos paradas que dificultan la continuidad. Las horas de permanencia son las mismas, las horas de trabajo docente el mismo. El equipo directivo nos quedamos en el centro hasta las cuatro en cualquiera de las dos modalidades...En mi caso particular, dirijo un centro con un proyecto que me encanta, pero, llevo a mi hijo a otro por no someterle al horror que me parece la distribución en jornada partida que tenemos en mi centro, a pesar de los problemas logísticos que esto me causa, y lo fácil que sería para mi y mi organización familiar tenerlo conmigo. Prefiero que mi hijo esté en un centro de jornada continúa, y le recojo a las cinco sin problema de sus extraescolares, exactamente igual que si estuviera en partida, pero no termina agotado por salir de clase a las 16:00 y meterse directamente una hora más  a extraescolares, como sucede en partida. En continua termina su carga lectiva a las 14:00h, come, juega,  cuando a las 16:00 va a una extraescolar, lo hace hasta con ganas. Aquí los alumnos se nos quejan al salir a las 16:00 de que con lo cansados que están tiene que seguir una más, sin descanso de por medio..en fin...que ojalá escuchasen un poco más a los docentes, que somos los que vivimos cada día la realidad de la vida escolar, que yo no opinaría tan libremente de algo que no conociera desde dentro. Soy docente hace más de 20 años y he trabajado en todas las modalidades. Tengo bastante claro cual es mejor para los alumnos. Y repito, que yo me quedo en el centro hasta la misma hora en cualquiera de las distribuciones. Espero que la consulta pública sirva para algo.

Como madre y maestra el alargar la jornada escolar a la tarde no creo en absuluto que solucionemos nada, al contrario. Todos (alumnos y docentes) estamos más cansados y menos concentrados para realizar tareas que requieran atención. Yo he tenido alumnos que en las horas de la tarde antiguamente se quedaban dormidos porque encima madrugaban más que el resto.  Yo sigo saliendo a las 16 con mi jornada escolar contínua, lo único que no tengo alumnos en clase, pero estoy trabajandoSi lo que quieren los políticos es conciliación familiar, estupendo, pero no creo que lo consigan alargando las horas lectivas, sino con mejores políticas familiares y dando ayudas para que los padres puedan pasar más horas con sus hijos fuera de la escuela.

Como han indicado otros comentarios, en este proyecto se han incluido dos medidas que deben considerarse por separado. Me gustaría realizar mi aportación como profesor (de Secundaria) en un IES público de la Comunidad de Madrid.

Jornada continua/partida: claramente resulta más beneficiosa para los alumno la jornada continua. Después de hacer una de las comidas principales del día, los alumnos necesitan descansar y les resulta imposible rendir como antes de comer. Cualquier profesor lo puede constatar. A nadie se le ocurre dar clase de Matemáticas por la tarde en los centros con jornada partida, precisamente por eso. Tampoco tiene sentido que se vaya a permitir a los colegios que cambien a jornada partida, pero se bloquee el cambio a continua. Muchos CEIP han votado a jornada continua, y puede que también otros quieran hacerlo en el futuro.

La idea de que con jornada partida los alumnos pasarán más tiempo en el colegio es engañosa, ya que los alumnos que acuden al comedor saldrían a la misma hora, sólo cambia si al final de la jornada escolar están comiendo o en clase. En cualquier caso, no es malo que los alumnos pasen menos tiempo en el colegio. Es necesario para el desarrollo de su personalidad que realicen otras actividades y gestionen su tiempo libre, especialmente en el paso a la adolescencia. Las actividades extraescolares en el centro son una opción a tener en cuenta, pero no se deben considerar como una continuación de la jornada lectiva. Y, en cualquier caso, mejor que se realicen tras haber tenido una pausa para comer y descansar, sin clases entre medias.

1º y 2º de ESO en los CEIP: en mi opinión de profesor de Secundaria, toda la etapa de la ESO debería quedarse en los IES. Hay dos factores principales a tener en cuenta.

El primero es la convivencia. Se suele decir que los alumnos están más cuidados o tienen menos problemas de convivencia en el colegio, pero otra parte el regreso de 1º y 2º de ESO a los CEIP (que existe de forma excepcional en los CEIPSO) supone la convivencia de alumnos de Primaria mucho más pequeños con alumnos de ESO, que sin repetidores pueden llegar a tener incluso 16 años. Exceptuando centros de difícil desempeño o que por su localización puede tener un alumnado más conflictivo en cursos superiores, los profesores de Secundaria sabemos que los niveles más conflictivos de los IES son, precisamente, 1º y 2º de ESO, una tendencia que se ha intensificado en los últimos años por el uso del móvil y las redes sociales. Precisamente por eso, para proteger a los alumnos más pequeños, creo que deberían quedarse en los IES.

El segundo factor es el pedagógico. Lógicamente, tiene más sentido que los alumnos cursen la etapa de Secundaria en un mismo centro, que seguirá a lo largo de toda su trayectoria un mismo proyecto educativo. Además, el retraso de la incorporación de los alumnos al IES supone un retraso en el paso a la madurez. Los alumnos que entran en el IES se muestran año tras año menos autónomos. Retrasar el paso al IES significa que los alumnos entrarán al instituto en 3º de ESO siendo más inmaduros y con más dificultades para el estudio y el trabajo, pues irremediablemente el trabajo en los CEIP por ámbitos (como se ha indicado que se realizaría) supone una menor exigencia y una falta de desarrollo de autonomía personal y hábitos de estudio y trabajo.

En resumen, creo que desde el punto de vista de los profesores que pasamos tantas horas al día con los alumnos, tiene más sentido mantener la jornada continua y que los niveles de 1º y 2º de ESO permanezcan en los IES.

En este comentario quiero argumentar la preferencia a la jornada continua en los colegios: ES IMPORTANTE QUE LEÁIS TODOS ESTOS PUNTOS PUES MUCHA GENTE, SOBRE TODO PADRES NO SON CONSCIENTES. 

1. Son las mismas horas en el colegio: Organización familiar más sencilla: Con la jornada continua, los alumnos que se quedan al comedor salen a la misma hora que en la jornada partida. Esto significa que, si las familias necesitan que sus hijos se queden a comer, el horario de salida es igual en ambas jornadas, pero la jornada continua facilita la organización y el tiempo de descanso posterior. Además, los estudiantes que no se quedan a comedor pueden salir a las 2, evitando desplazamientos innecesarios. En la jornada partida, si los alumnos no quieren quedarse a comedor, los padres deben recogerlos al mediodía y volver a llevarlos más tarde, lo que supone una carga extra de tiempo y desplazamientos, algo complicado para muchas familias.

Este horario permite a las familias organizarse de manera más sencilla, evitando tener que estar pendientes de dos desplazamientos y proporcionando una rutina más estable para los estudiantes.

2. Menos conflictos y mayor concentración después del recreo: En la jornada continua, los estudiantes mantienen un ritmo de trabajo sin interrupciones largas, lo que favorece la continuidad en el aprendizaje y minimiza los tiempos de desconcentración. En cambio, en la jornada partida, tras el recreo del comedor suelen surgir conflictos entre los alumnos, debido al tiempo prolongado de juego y a la dificultad de volver a un ambiente de estudio después de una pausa tan larga. Esto genera situaciones de tensión y distracción, y hace que pierdan tiempo valioso que podría aprovecharse mejor en un bloque de clases más continuo.

De este modo, la jornada continua ayuda a mantener una rutina estable y favorece que los alumnos estén concentrados y enfocados, mejorando su aprovechamiento académico y su bienestar emocional.

3. Mejora de la concentración y el rendimiento académico: En una jornada continua, los estudiantes pueden concentrarse mejor en las clases, ya que aprovechan las primeras horas del día, cuando suelen estar más alertas. Con una jornada partida, la vuelta después del descanso del mediodía puede ser menos productiva, ya que muchos niños vuelven cansados o desmotivados.

4. Mejora de la salud mental: Reduce el agotamiento y el estrés asociado a la jornada partida.

Sinceramente me parece una pérdida de tiempo esta encuesta puesto que el primer ciclo de la ESO desapareció de los colegios porque a alguien se le iluminó la cabeza y pensó que era lo mejor , y ahora ¿ tenemos que volver atrás porque a otra cabeza pensante se le ha ocurrido?

Creo que el problema sigue estando en que todos los que opinan tanto sobre la jornada escolar como sobre la ESO  y no han pisado  un aula en su vida. Estarán muy formados en teoría pero les falta lo más importante:LA PRÁCTICA..

Como profesora creo que en la jornada continua se aprovecha mucho más el tiempo de trabajo con los niños.

Además como madre que su hijo tiene jornada partida, me resulta muy difícil que cuando sale del cole a las 4, después de haber estado en clase, se ponga a hacer tareas o a estudiar. Siempre me pide un tiempo de descanso que con la jornada continua sí tendría antes de salir del cole.

Es alucinante como la educación es la moneda de cambio para los partidos políticos y sus constantes cambios de ley. Nunca se pregunta a los profesionales que trabajan en los centros educativos los cuales son los que verdaderamente conocen la realidad de las aulas.

La jornada continua es un derecho para las familias y de ahí que sea necesario su voto para poder salir adelante. El horario es el mismo, siguen saliendo a las 16:00. El problema de la conciliación familiar no es el número de horas que los alumnos pasan en el cole. El problema no radica ahí.

Yo voto por la jornada continua , como estoy ahora mismo , los alumnos trabajan mucho mejor. Después del comedor están cansados y su atención ya no es la misma, y cuando llega el calor es todavía más difícil trabajar con ellos.

Con respecto a este Proyecto de Decreto quiero mostrar mi más absoluto desacuerdo.

Primero me parece que el tema de la jornada escolar no debería ser enmascarado en el tema de la conversión de CEIPSO en los colegios con infraestructuras suficientes. Una normativa conjunta para ambos temas no es lo adecuado.

Con respecto a la jornada escolar creo que la única opción para aumentar la capacidad de elección de las familias es mediante la creación de una nueva normativa justa que regule de manera democrática la elección de la jornada escolar. Y cuando digo democrática me refiero a:

• Que se use un lenguaje inclusivo en cuestión de género.
• Que se modifique el artículo 2 para evitar el bloqueo de las votaciones en el Consejo Escolar.
• Que se modifique a un 50+1 el porcentaje de participación del censo.
• Que se aclare la redacción de la modalidad del voto por correo para evitar vacíos legales 
• Que no se haga pública la lista de los votantes del voto telemático antes del escrutinio de la votación presencial.
• Que se añada la modalidad de votación diferida para facilitar la participación de las familias.
• Que se establezca un horario máximo y mínimo de apertura de la mesa electoral en la votación presencial, para evitar diferencias entre los centros escolares.
• Que todas las unidades familiares tengan la misma participación de voto.
• Que se revise el Artículo 4, que puede dar lugar a la anulación de los resultados con otra votación en el Consejo Escolar.

Por otra parte quiero expresar mi desacuerdo por la escasa información que tienen las familias y docentes de cara a esta consulta pública. La Consejería debería aportar la referencia bibliográfica de los estudios científicos que están determinando la puesta en marcha de la jornada escolar partida en los colegios de la CAM, incluso en los que ya cambiaron de jornada.

A día de hoy NO existen estudios científicos NACIONALES sobre jornadas escolares que den resultados concluyentes acerca de qué tipo de jornada es más adecuada. La administración está tomando una decisión unilateral basándose en estudios económicos (como el ESADE) que se basa en países sudamericanos. Por otra parte, estudios más recientes como los de la OCDE o Gabaldon en colaboración con la Universidad de Finlandia no pueden extrapolarse a España y mucho menos a la Comunidad de Madrid.

Por otra parte, el objetivo de la administración de facilitar la conciliación familiar y laboral es otra estrategia de desinformación para desviar la atención. Con ambas jornadas escolares el horario de permanencia en el centro es el mismo, de 9h a 16h (extensible con actividades extraescolares y acogida de la tarde). La conciliación debe hacerse desde el ámbito empresarial y no pasando por una reestructuración del ámbito educativo, en detrimento del bienestar del menor que es estar con sus figuras de apego en el hogar y no en el colegio.

Por último, creo que medidas que afecten tan contundentemente a familias y docentes deberían ser consensuadas y estudiadas con verdadero interés y concienzudamente. Escuchar al colectivo de docentes es esencial, escuchar las quejas de las familias también. La Consejería de Educación lleva décadas mirando en otra dirección, movida por intereses económicos y de otras índoles. Intereses ajenos a lo importante, que es el bienestar del alumnado.

Personalmente me encantaría que se pudiera establecer los cursos de 1° y 2° de la ESO en el CEIP Andrea Casamayor.

Las instalaciones son una maravilla y pueden dar cabida a ambos cursos y así los alumnos puedan sentirse más cómodos, dentro del centro que ya conocen y coger madurez antes el cambio que experimentarán al pasar al instituto.

Estamos totalmente de acuerdo en que se imparta 1° y 2° de la ESO en los CEIP. Y aquellos que tenemos jornada continúa también podamos optar por esta modalidad en nuestro centro.

Siempre me ha parecido un error que los alumnos dejasen el colegio a los 11 y 12 años para entrar en el instituto con adolescentes mucho mayores, en una etapa evolutiva muy diferente. Y si el horario es un impedimento que tengan el mismo que en el colegio.
En cuanto a la jornada partida, no me parece lo más adecuado que haya grupos de niños los que coman de 15:00 a 16:00 que es lo que pasa en muchos colegios. Más aún teniendo en cuenta que muchos han desayunado a las 7:30-8:00. Me parece mucho más razonable un horario de comida de 13:00 a 15:00 por una cuestión saludable. Que niños de 8, 9 y 10 años coman de 15:00 a 16:00 me parece un despropósito.

Buenas.

La imposición de cualquier cosa es, en general, un error. Más aún cuando afecta a cuestiones tan elementales como la educación y la conciliación familiar. Yo estoy en contra de la jornada partida, por motivos ya ampliamente comentados en este foro, pero estoy aún más en contra de los argumentos falaces que se utilizan para fomentarla, y el colmo de la sinrazón es que se pretenda no ya fomentar, sino imponer. Entrando en detalles:

1.- Los supuestos estudios científicos que avalan la jornada partida en términos de rendimiento escolar no tienen un pase si se leen con un poco de rigor estadístico. Si no todos, me he leído la gran mayoría, y como matemático y estadístico me provoca vergüenza ajena que se utilicen casi como dogma de fe.

2.- Que haya familias que aún no se hayan dado cuenta de que los horarios de salida con comedor, y por tanto las posibilidades de conciliación, son los mismos en jornada partida que en jornada continua se puede entender. Lo que no se puede entender es que desde la consejería se utilice el argumento de la conciliación para posicionarse a favor de la partida, siendo, como es, falaz y tan fácilmente desmontable.

3.- También es comprensible que haya padres preocupados porque su situación personal no les permite estar en casa para la vuelta de sus hijos alumnos de ESO, y éstos tengan, con 12 años, que comer y pasar unas horas solos en casa. En ese sentido la conversión de CEIPs a CEIPSOs es justificable. Pero no la obligatoriedad de jornada partida para sus alumnos de ESO. Los CEIPs que se conviertan en CEIPSOs aumentarían los horarios de comedor y la cartera de extraescolares para incluir a los nuevos alumnos, de forma que, aún con jornada continua, éstos podrían permanecer en el colegio las mismas horas que si tuvieran jornada partida.

4.- En primaria los niños tienen 5 sesiones lectivas de 45 minutos y salen a las 16:00 en jornada partida. ¿A qué hora se pretende que salgan los alumnos de ESO, que tienen, en el mejor de los casos, tres días a la semana 6 sesiones y dos días 7 sesiones, todas de 55 minutos? ¿Dónde queda la conciliación de los propios alumnos, dónde sus horas de descanso?

5.- Si de verdad se tiene vocación de fomentar la libertad de elección debe cambiarse la normativa que regula el cambio de jornada para que sea más flexible y permita expresar verdaderamente la voluntad de las familias. Me parece justo mantener la condición de 2/3 de votos emitidos a favor del cambio para que éste se apruebe, al fin y al cabo es una medida de calado y requiere de un consenso mayoritario. Lo que debe eliminarse es la condición de participación de 2/3 del censo para que el resultado sea tenido en cuenta. Esta medida favorece a las familias que no quieren el cambio, puesto que en lugar de votar se quedan en casa para que haya una participación baja, y esta estrategia se promueve activamente por parte de los partidarios de mantener el horario que se tenga. Si se elimina esa condición se tendrá un recuento mucho más real y representativo, puesto que todo el que tenga una opinión votará, y paradójicamente, se alcanzarían participaciones superiores a esos 2/3 eliminando su obligatoriedad. Si es cierto que hay tantas familias en colegios con jornada continua que quieren el cambio a partida, ésta es la forma de lograrlo, ésta es la verdadera libertad de elección, la basada en la participación y la democracia. No la imposición.

Por tanto, les ruego que recapaciten con el tema de la jornada, por favor, que escuchen a los expertos (a los de verdad), a las familias y a la comunidad educativa en general, que no actúen por imposición y que cambien esa normativa que impide la expresión real de la voluntad de las familias.

Saludos,

David

En primer lugar, el personal de la Comunidad de Madrid ha cometido un error, adjuntando en esta web dos documentos que nada tienen que ver con el asunto que tratamos aquí.

Los documentos correctos se pueden consultar en:

https://www.comunidad.madrid/transparencia/proyecto-decreto-que-se-regula-jornada-escolar-centros-docentes-infantil-y-primaria-asi-como

Centrándonos en el asunto, yo soy padre de dos alumnos de Primaria en un centro público que tiene jornada continua desde el presente curso 2024/2025. Todos los cursos se proponía el cambio de jornada partida a continua, y tradicionalmente no se aprobaba por falta de quórum (no votaban suficientes electores para que el resultado de la votación fuera válido). En la última votación, sin embargo, y gracias sobre todo a la posibilidad de voto telemático, sí salió adelante y se aprobó la jornada continua para cursos sucesivos.

La verdad es que estas votaciones siempre han estado rodeadas de un halo de esperpento que emanaba del propio Centro. A los profesores que aquí exponen sus opiniones se les ve un poco el plumero enumerando las virtudes que para los alumnos tiene la jornada continua, cuando los principales beneficiarios de dicha modalidad de jornada son los profesores. Insisten machaconamente en que las horas de trabajo del docente son las mismas, y no lo dudo, pero con jornada partida los docentes abandonan por la tarde el centro escolar a las 16 horas, y con jornada continua lo hacen a las 15 horas. Esto supone una diferencia apreciable, y no constato en este foro ningún docente que la señale.

En el caso del Centro donde estudian mis hijos, se animó hasta la extenuación a los padres de los alumnos a participar en la votación sobre cambio de jornada, por lo ya mencionado de que, para que la votación fuese válida, exigía la participación de un mínimo de dos tercios del censo electoral. El Centro hizo alusiones lacrimógenas a la importancia de la participación de los padres en el funcionamiento del Centro, a la necesidad de inculcar en nuestros hijos valores democráticos y de participación ciudadana, incluso facilitó a los electores que lo desearan un sobre prefranqueado para facilitar la emisión del voto por correo (y esto podría rozar la prevaricación, ya que la normativa no especifica que el Centro deba aportar un sobre ya franqueado utilizando para ello fondos del centro). Se llegó al extremo de organizar, coincidiendo con la jornada de votación, una “Jornada de Puertas Abiertas” para que los padres conocieran las instalaciones del Colegio. Durante dicha jornada de puertas abiertas, huelga decir que se exhortó a los padres a acudir en tropel a la mesa de votación.

Sin embargo, dudo mucho de que los profesores tengan interés en que, transcurrido el tiempo legalmente previsto, se repita el proceso para decidir, esta vez, si se pasa de jornada continua a partida. ¿Dónde quedarán entonces los valores democráticos, tan cacareados por el Centro para hacer lo posible y lo imposible para conseguir la jornada continua?

Sobre la implantación de primer y segundo cursos de ESO en CEIP, convirtiéndolos de esta manera en CEIPSO, a priori parece una buena idea considerándolo desde la perspectiva de un padre de alumno de quinto de Primaria y de alguien que estudió EGB, pero podría tener repercusiones negativas como una reducida oferta de asignaturas optativas, por ejemplo. Asimismo, la calidad de la enseñanza y la motivación del profesorado para impartir docencia de ESO en CEIPSO se podría resentir. Posiblemente las plazas de profesor ofertadas en CEIPSO no tuvieran demasiado atractivo para los profesores al tratarse de plazas itinerantes en dos centros distintos, por ejemplo, o a jornada parcial. Sé de lo que hablo, pues yo mismo he ejercido tres cursos como profesor interino en Institutos públicos de la Comunidad de Madrid, y era complicado que las plazas itinerantes o a jornada parcial se cubrieran, quedando de esta forma vacantes y con alumnos sin recibir docencia (por lo menos en estudios de la rama de Informática y Comunicaciones de Formación Profesional).

My two cents.

No a la jornada partida. Estoy de acuerdo con que volver a la jornada partida es un atraso. Los alumnos no rinden igual por la tarde y además, dejan de tener vida de niños. No tienen que tener la jornada de los padres o incluso mayor. La jornada continua es más eficaz y les permite tiempo para más cosas además de tareas y extraescolares.  Mi impresión es que las familias actuales se preocupan más de llenar de “todo” las vidas de sus hijos y menos de disfrutar de la familia. En muy pocos casos es cuestión de conciliación.  (Además, la conciliación con jornada continua está también garantizada)
En cuanto a convertir los Ceip en Ceipso, no lo tengo  claro del todo. Viví el cambio como madre y , es verdad que el miedo te inunda cuando ves que tu hijo de 11 años en mi caso, va al instituto con chicos y chicas de 18.    La realidad es que no fue tan terrible, todos eran pequeños, no sólo mi hijo.  Bien  es cierto, que continuar en el mismo centro es más cómodo y atractivo para las familias. No sé cómo repercute en los centros. 
Creo que, si no perjudica la organización y marcha de los centros, sería bueno tener 1º y 2º de la ESO en los centros, siempre y cuando se haga con cabeza, organización y contando con la opinión y experiencia de los docentes y no “a capón” , te toca y te toca, como han hecho con la implantación del 1º ciclo de infantil en algunos CEIP.   Los alumnos son lo más importante, pero los docentes también, y tienen que trabajar sin trabas, sin imposiciones habladas en los despachos por gentes lejanas a la enseñanza, sin problemas añadidos a los propios de su trabajo.

Dejando al margen el tema de los CEIPSOs (que ya existían en Madrid sin esta normativa y que la CAM parece querer utilizar torticeramente para meter mano a la jornada continua), el tema de las jornadas escolares afecta principalmente a 3 colectivos: Profesorado, Padres y Alumnos.

El Profesorado ya se ha manifestado casi unánimemente a favor de la jornada continua. En el famoso Estudio ESADE de 2022 (https://www.esade.edu/ecpol/wp-content/uploads/2022/05/AAFF_ESP_EsadeEcP...), poco sospechoso de albergar simpatías hacia la continua y sobradamente refutado en sus conclusiones, se estima en un porcentaje superior al 90% el número de docentes madrileños que se postula a favor de la jornada continua escolar. Algunos críticos aseguran enojados que lo hacen por sus propios intereses, pero el dato es ese: más del 90%.

Los Padres también se han manifestado, al menos hasta ahora, merced a las votaciones que con periodicidad anual y si se dan las circunstancias adecuadas, se realizan en sus respectivos CEIPs. Y los resultados son claros: cada año se incorporan a jornada continua en la CAM entre 5 y 20 colegios, al punto de que en la actualidad casi el 75% de los CEIPs de la Comunidad de Madrid imparten jornada continua por expresa voluntad de las familias de los alumnos. No se conoce en nuestra región ningún caso de colegio en jornada continua que haya solicitado (no ya conseguido, solicitado) volver a la jornada partida. 

Estas preferencias generalizadas de las familias hacia la jornada continua no son nuevas y la Comunidad de Madrid las conoce. Ya en 2018 la CAM publicaba en su Informe de Resultados del Estudio sobre el Grado de Satisfacción de las Familias (https://www.comunidad.madrid/noticias/2018/09/10/educacion-madrilena-ter...) una encuesta en la que a la pregunta de "Si pudiera elegir, ¿qué tipo de jornada escolar preferiría, continuada o partida?", el 66,7% de las familias encuestadas elegía la jornada partida. Se puede consultar. Desde entonces, este porcentaje ya ampliamente mayoritario ha seguido creciendo.

Los Alumnos no se sabe qué prefieren, porque su opinión, al ser menores, no cuenta políticamente ni se refleja estadísticamente, que no quiere decir que no la tengan. Sería interesante que la Consejería de Educación, de la misma manera que no le duelen prendas en pasar a los chavales el intrusivo test SOCIESCUELA, les pasara un cuestionario sobre qué jornada escolar prefieren. Al menos a los más mayores (5º y 6º de Primaria). Y publicaran los resultados, a ser posible sectorizados por colegio.

En resumen, una abrumadora mayoría del Profesorado y de las Familias madrileñas (los alumnos no se sabe, pero todos lo sospechamos) están en contra del espíritu de esta nueva normativa, que va en contra de los intereses y preferencias de los afectados, que nadie entiende ni ha pedido y que incluso está denunciada ante el Defensor del Pueblo antes de pasar siquiera por el BOCAM. 

A algunos nos gustaría saber qué hay detrás de esta barbaridad objetivamente injustificable que apuesta por lo contrario de lo que la inmensa mayoría de la comunidad educativa prefiere. 

En mi opinión podemos valorar la vuelta a los coles de los primeros cursos de la ESO, siempre y cuando se  dote a esos  centros de las medidas y recursos necesarios, algo que, por experiencia, no suele ocurrir.

En cuanto a la jornada continua, el debate no existe, es un debate ficticio creado por  personas que nada saben de educación ni entienden de la organización de un centro educativo. La jornada continua debe extenderse y no limitarse.

Desde la Asociación Plataforma Votación Escolar Justa consideramos que toda decisión en el seno de la comunidad educativa debería ser consensuada por los principales afectados, que en este caso son el alumnado y sus familias y los docentes. Consideramos que un decreto unilateral no da voz a las familias que conforman la comunidad educativa. Vulnerando de este modo uno de los principios fundamentales de la constitución, la libertad de expresión. Y haciendo, con la prohibición de participación, que el sistema educativo público se tambalee. Estamos EN CONTRA de este Proyecto de Decreto por varias razones: 1. No existen estudios que demuestren que una jornada escolar es mejor que otra. Durante años venimos denunciando que el debate sobre las jornadas escolares está polarizado y deja de lado lo verdaderamente importante, que es el bienestar del alumnado. Estudios como el Caride de 2003 o incluso más recientes como el de la Universidad Complutense de Madrid, en 2017, dejan claro que no hay resultados concluyentes como para que la administración establezca por decreto una jornada partida en toda la comunidad, como es la intención de la Consejería de Educación. Claro que hay otros estudios más recientes, como el del ESADE, la OCDE o incluso el último de Gabaldón en colaboración con la Universidad de Finlandia. Ninguno de los resultados de esos estudios son extrapolables a España y mucho menos a la Comunidad de Madrid. En cuanto al ESADE quedó en relevancia que no se puede comparar la sociedad ni los proyectos educativos latinoamericanos con la población española. Con respecto a la OCDE y a otros estudios europeos es evidente que tampoco existe comparación. Ningún país europeo comparte con España ni la situación geográfica, ni el clima, ni la situación económica, cultural o social. Incluso dentro de una misma comunidad autónoma se dan diferencias a las que no se puede atender si no se deja elegir algo tan importante para las familias como la jornada escolar. Desde nuestra asociación llevamos años solicitando estudios realizados en la Comunidad de Madrid, estudios globales, interdisciplinares, que engloben la realidad de la comunidad educativa de nuestra comunidad autónoma. Que tenga en cuenta al alumnado con necesidades especiales y otros aspectos no recogidos en estudios anteriores. Creemos que la administración está siendo negligente en este punto y no está aprovechando la oportunidad de valorar la evolución de los colegios que han cambiado de jornada escolar estos últimos años, teniendo de esta forma una visión del cambio, de primera mano, de los equipos directivos de los centros, del colectivo de docentes y de las familias. La sociedad es cambiante, existen nuevos formatos de unidades familiares, nuevas alternativas laborales y avances tecnológicos que evidencian una necesidad imperiosa de tener datos precisos y actualizados que ayuden a que, desde las estructuras sociales, las administraciones, las políticas públicas y los servicios, se responda a estas nuevas demandas, diseñando soluciones efectivas y adaptadas a la realidad contemporánea de las familias y de la sociedad en general. Por otra parte, no nos parece adecuado que desde la Consejería de Educación se hable de estudios en los que basan su decisión y no nombre, con referencias bibliográficas, cuáles son esos estudios para que la ciudadanía tenga toda la información de cara a poder participar en esta consulta pública. 2. No es cierto que a día de hoy se vea reducida la alternativa de las familias madrileñas en la elección del centro educativo. Desde 2012 (y anteriormente, desde el inicio de la normativa para el cambio de jornada en 2005) hasta 2021 las familias de los colegios de la comunidad de Madrid han podido elegir la jornada escolar mediante votación. La Orden 502/2013 ha regulado los procesos de votación y en 2021, alrededor del 60% de los colegios de la Comunidad de Madrid tenían jornada continua, a pesar de que la orden no era justa y manipulaba la participación del censo al exigir que 2/3 del mismo votaran para validar los resultados. Tras décadas de quejas, en febrero de 2024 la Orden 121/2024 modificó la anterior orden y añadió la modalidad de voto telemático para facilitar la participación de las familias en las votaciones para el cambio de la jornada escolar. De 2021 al 2024, el porcentaje de colegios que votaron favorablemente para cambiar a la jornada continua subió al 75% aproximadamente. En 3 años, la subida de un 15% de colegios ha parecido a la Consejería un porcentaje inadmisible que impide la capacidad de elección de las familias madrileñas. Sin embargo, cuando durante los 9 años anteriores las familias no tenían más opción, en muchos casos, que elegir un colegio con jornada partida, la Consejería no se planteó que esa capacidad de elección estuviera mermada, es más, no escuchó de forma reiterada las protestas de familias y docentes que ponían de manifiesto que la Orden 502/2013 no solo no era justa, sino que bloqueaba los procesos de votación y manipulaba la participación de las familias. Creemos que la capacidad de elección de las familias no es que la administración instaure una jornada escolar a su conveniencia por decreto, sino que se haga una normativa para la regulación del cambio de jornada escolar que sea justa, tenga en cuenta de igual manera a todas las familias de la sociedad actual y que se impida la manipulación, como viene pasando con la actual. 3. No es cierto que el objetivo de este Proyecto de Decreto sea facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar. Partimos de la base de que la conciliación laboral y familiar debe promoverse desde el ámbito empresarial y no desde el ámbito educativo. No podemos intentar modificar los centros escolares y sus horarios para que las familias puedan conciliar, porque entonces estamos dejando de lado el bienestar del alumnado que, sin ninguna duda, depende de pasar más tiempo con sus figuras de apego y no en el centro educativo. De igual modo, se tendría que defender la conciliación familiar de los docentes que también forman unidades familiares con menores a su cargo. Por otra parte, desde nuestra asociación llevamos años luchando para dar una información veraz sobre las diferentes jornadas escolares y su organización horaria. Porque no es cierto que con la jornada partida se concilie mejor que con la jornada continua, más bien al contrario al no permitir que las familias coman con sus hijos una vez acabado el horario laboral. Siendo, además, las familias con menos recursos las más afectadas, ya que tienen que hacer un desembolso adicional por el servicio de comedor que sería evitable con la jornada continua. No es lo mismo horario lectivo que horario de permanencia en el centro. El horario que el alumnado pasa en el centro escolar NO varía de una a otra jornada escolar, los menores están en ambos casos en el colegio de 9 h a 16 h, añadiendo a partir de ahí actividades extraescolares y de acogida de la tarde. La única diferencia entre las jornadas escolares es que varía la organización lectiva. Hay múltiples alternativas para fomentar la conciliación laboral y familiar: bajada de horas laborales, facilitar el acceso a las jornadas reducidas por cuidado de un menor en todos los colectivos laborales, aumentar a 14 años el máximo de edad del menor para poder acogerse a una jornada reducida, aumentar las modalidades de jornadas reducidas en horas o días… Todas y cada una de esas medidas deben darse desde el ámbito laboral. 4. La capacidad de elección de la jornada escolar debe ser democrática y facilitar la libertad de expresión y la participación de todas las familias en el ámbito escolar. Creemos firmemente que para que las familias puedan elegir la jornada escolar lo que hay que promover es una normativa justa, para ello creemos que los puntos esenciales que debería incluir, son los siguientes:                      ● Debería ser una normativa con lenguaje inclusivo en materia de género, usando palabras tales como: familias, alumnado, docentes, profesorado… en vez de padres, alumnos, maestros…                                 ● Se debería facilitar la apertura de los procesos de votación en los Consejos Escolares, por lo que habría que valorar modificar la exigencia de la doble mayoría absoluta necesaria para la apertura del procedimiento (Artículo 2 de la actual normativa)                                                                      ● Se debería especificar el horario mínimo y máximo de apertura de la mesa electoral en la modalidad de voto presencial.                                    ● No es ni equitativo ni igualitario que todas las unidades familiares no tengan la misma participación de voto, por lo que se debería equiparar la participación de voto a todas las familias sean estas monoparentales, convencionales o numerosas.                                    ● El listado de votantes de la modalidad telemática no debería hacerse público antes del escrutinio ya que se podría incurrir en fraude electoral al conocerse el quórum de votantes de parte del censo electoral antes de la jornada de votación presencial.                                                                      ● Se debería clarificar la redacción del voto por correo para garantizar la confidencialidad del sentido del voto. Para evitar vacíos legales al respecto, se debería especificar si el sobre que proporciona el colegio debe estar o no franqueado. Se deberían además dar instrucciones escritas exactas de cómo proceder en esta modalidad de voto.                                                                                  ● Se debería promover la opción de modalidad de voto diferido para facilitar la participación de las familias.                                                                          ● Se debería bajar el porcentaje de participación del censo a un 50+1, como en la mayoría de las votaciones autonómicas o estatales, para evitar la manipulación de los resultados electorales.            ● Para finalizar el proceso de votación, el Consejo Escolar únicamente debería ratificar el resultado de la votación (Artículo 4 de la actual normativa).  ● Debería ser una normativa que permita votar a la totalidad de colegios de la Comunidad de Madrid, sin tener en cuenta el tipo de jornada que tienen actualmente.                                                                  ● Debería ser una normativa que no supedite el tipo de jornada escolar a la condición de ser o convertirse en CEIPSO. Creemos que una normativa justa debería respetar los resultados de cambio de jornada que han conseguido los centros democráticamente y que no debería obligar a los colegios con jornada continua (ya existentes) a cambiar a jornada partida para acogerse a la condición de CEIPSO, ya que de esta forma se está vulnerando el derecho de los votantes a disfrutar de los resultados de una votación previa. Por todo ello solicitamos, que el cambio de normativa para la regulación de la jornada escolar esté desvinculado de la normativa que se establezca para la regulación de los CEIPSO existentes o de nueva creación. Además rogamos encarecidamente a la administración que escuche a los docentes que imparten la ESO en los Centros de Educación Secundaria para estudiar detenidamente las consecuencias que un cambio de esta envergadura va a tener en el alumnado que se acoja a estas medidas. El punto de partida de cualquier normativa debería ser la veracidad, la transparencia, la neutralidad, la justicia, la igualdad… La precipitación con que se están llevando a cabo estas medidas no hacen sino pensar en intereses económicos y políticos de una índole totalmente ajena a lo que de verdad importa para conseguir una educación de calidad, que pasa invariablemente por el bienestar del alumnado y el respeto a los docentes. Asociación Plataforma Votación Escolar Justa PVEJ. Es más lo que nos une.

Buenas tardes, no se entiende muy bien el por qué de imponer la jornada partida cuando está quedando claro en todos los comentarios que el horario de salida es el mismo en ambas jornadas, a las 16.00. Solo aquellos que puedan llevarse a sus hijos a comer junto con su familia saldrían a las 14.00. Solo cambia el horario de comedor. Son las mismas horas lectivas tanto para alumnos como para profesores, basta ya de seguir engañando a la gente diciendo que los niños salen antes, que el servicio de comedor peligra y las actividades extraescolares. Todos los colegios que llevan años con jornadas continuas están contentos y satisfechos y en ninguno ha dejado de existir ni el comedor ni las actividades extraescolares. Tampoco he oído a padres ni niños quejarse por la jornada continua a aquellos que la tienen, sin embargo si con la jornada partida. 

De todas formas el tipo de jornada para cada familia le vendrá bien una u otra jornada, dependiendo de sus circunstancias, lo que no tiene ningún sentido es mezclar meter primero y segundo de la eso con el tipo de jornada, porque son dos cosas diferentes que no pueden ir en un mismo decreto. 

Que nuestros hijos estén dos años más en el colegio podría ser algo favorable si hay las medidas adecuadas para poder hacerlo, porque es cierto que están pasando muy pequeños al instituto y les estamos haciendo mayores antes de tiempo y estarían más protegidos en el colegio a esa edad. Pero me parece lamentable que para hacer esto se obligue a un tipo de jornada con la que muchos no estamos de acuerdo. 

Por lo que considero que se podría pensar en el cambio de mantener primero y segundo en los colegios si se estudia adecuadamente y se hace correctamente,  pero totalmente en contra de imponer la jornada partida, diciendo barbaridades como que es para la conciliación familiar o para frenar el absentismo, si en ambas jornadas se sale a la misma hora. Solo los que pueden comer con sus hijos sería más beneficioso para poder conciliar. Trabajos con más conciliación horaria es lo que hace falta y más tiempo en casa para poder dedicar a nuestros hijos, que nos necesitan junto a ellos y acompañándoles en todas sus etapas. 

Muchas gracias,  y muy de acuerdo con la gran mayoría de opiniones que están en contra de implantar por obligación un tipo de jornada y que nada tiene que ver con que se amplíe primero y segundo en los colegios. 

Un cordial saludo