Consulta pública sobre el anteproyecto de Ley de la Sociedad del Aprendizaje
La accesibilidad al conocimiento se ha generalizado en las últimas décadas, propiciando que la medida de la sostenibilidad y del progreso de las sociedades la determine su capacidad para adaptar y adoptar el conocimiento para su desarrollo. La cohesión y competitividad de una comunidad se decide hoy en día por su capacidad de aprender. El aprendizaje, como una actividad que nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida, nunca como hoy, ha sido el diferencial propulsor de la prosperidad, de ahí que su promoción se haya convertido en una tarea esencial de un Estado social y democrático de derecho.
Con la nueva ley de la Sociedad del Aprendizaje se pretende responder a estos retos y facilitar el acceso de los ciudadanos, instituciones y empresas de la Comunidad de Madrid a las competencias y conocimientos necesarios en el siglo XXI.
Con esta ley también se persigue conseguir un pacto entre las universidades y la sociedad madrileña a través de un nuevo marco legal. Un acuerdo que permita potenciar la educación superior, la investigación y la innovación como motor del bienestar de los madrileños, así como, colocar a las universidades en el centro de las políticas de progreso social y económico de la Comunidad de Madrid e impulsar la consolidación en Madrid de un ecosistema de aprendizaje e innovación capaz de atraer y mantener talento, tanto iberoamericano como de otras áreas del mundo.
La ley pretende ser un marco de referencia para las instituciones, empresas y ciudadanos de la Comunidad de Madrid frente a los desafíos de un mundo en permanente cambio, altamente tecnificado y crecientemente globalizado.
El ciudadano que desee formular aportaciones a este anteproyecto de ley podrá hacerlo a través del Portal de Participación de la Comunidad de Madrid.
Plazo para formular alegaciones: 15 días naturales contados a partir del día siguiente al de la publicación de la documentación en el Portal (del 4 al 18 de diciembre, ambos incluidos).*
(*) Debido a incidencias técnicas el plazo para formular alegaciones se ha ampliado hasta el 19 de diciembre de 2019.
Comentarios
Enviado por Víctor T el Mar, 03/12/2019 - 14:17 Enlace permanente
Creación, reconocimiento y puesta en funcionamiento de universid
Las nuevas universidades deberán ofrecer, en el momento de su puesta en funcionamiento, como mínimo, diez titulaciones de grado o postgrado. Además, deberán contar con un plan de implantación de titulaciones oficiales de doctorado que incluya la puesta en marcha de al menos una de estas titulaciones en un plazo máximo de dos años desde el momento de su puesta en funcionamiento.
El catálogo de titulaciones ofertadas deberá ser preferentemente complementario y no reiterativo respecto a titulaciones preexistentes en el Espacio Madrileño de Educación Superior, valorándose especialmente su conexión con nuevas ramas surgidas en el campo científico y con nuevas necesidades profesionales
Enviado por Rogelio de la Vega-Panizo el Mar, 10/12/2019 - 15:39 Enlace permanente
Los dos documentos subidos son iguales
Creo que hay un error en la página. Los dos documentos enlazados son iguales. Ninguno de los dos contiene el anteproyecto de ley
Enviado por Juanan el Lun, 16/12/2019 - 15:35 Enlace permanente
Carta Europea del Investigador
Es importante comenzar a seguir los principios recogidos en la Carta Europea del Investigador y el Código de conducta para la contratación de investigadores. Por ejemplo, el código habla del reconocimiento de la experiencia de movilidad:
“Toda experiencia de movilidad como, por ejemplo, las estancias en otros países o regiones o en otros contextos de investigación (públicos o privados) o los cambios de disciplina o sector, tanto si es parte de la formación inicial en la investigación como si se produce en fases ulteriores de la carrera, o la experiencia en movilidad virtual deben considerarse como una contribución valiosa al desarrollo profesional de un investigador.”
En las convocatorias de RRHH únicamente se valora la movilidad geográfica, pero debe igualmente (o más) valorarse la movilidad entre el ámbito público y privado, para hacer atractivas las actividades de transferencia y el emprendimiento.
Enviado por Juanan el Lun, 16/12/2019 - 15:43 Enlace permanente
Tranferencia del conocimiento
Debe fomentarse y facilitarse la creación de empresas de base científica, pero para ello es imprescindible establecer herramientas de financiación adecuadas para este tipo de iniciativas. Con Mariana Mazzucato: “History tells us that innovation is an outcome of a massive collective effort – not just from a narrow group of young white men in California”.
Es necesario que la administración propicie el establecimiento de sistemas de innovación que proporcionen el ambiente adecuado para el desarrollo de empresas de base tecnológica y científica, que puedan recoger los frutos de la investigación. Es necesario centrar el enfoque, no tanto en los emprendedores y el emprendimiento y su capacidad para generar innovación y crecimiento, sino en los sistemas de innovación en los que operan y de los que dependen para llegar a convertirse en lo que importa: empresas innovadoras (de cualquier tamaño) de alto crecimiento dentro de ese sistema. En ese ambiente, no hace falta promover el emprendimiento, surge solo.
Enviado por Elena Blanch el Mié, 18/12/2019 - 09:01 Enlace permanente
Integración de las enseñanzas artísticas en la universidad
Propuesta de regulación en la futura Ley de la Sociedad del Aprendizaje de la integración de las enseñanzas artísticas en la Universidad Complutense de Madrid
1. Oportunidad con la norma para la integración de las Enseñanzas Artísticas Superiores en la Universidad Complutense de Madrid.
El texto articulado de la referida Ley debería recoger la incorporación de las Enseñanzas Artísticas Superiores al ámbito de la Universidad Complutense. De esta forma se resolvería la incongruencia de la existencia de estudios universitarios y no universitarios para un mismo nivel de titulación y por ende para perfiles profesionales similares, afrontando además la integración de los estudios de música, danza y teatro en el ámbito universitario que por justicia hoy debería corresponderles. Todo lo anterior, ampliaría y enriquecería la oferta dentro del campo de las artes, otorgando a estas un sesgo más interdisciplinar y plural.
Los estudios relacionados con el Diseño y la Restauración posibilitarían una mayor especificidad y profesionalización de los futuros titulados, además de permitirles tener una experiencia más directa con la creación dentro de las Bellas Artes, dando un cariz más artístico a su formación. Los estudios de Música, Danza y Arte Dramático crearían espacios de trabajo e intercambio mutuos entre estas titulaciones y el ámbito de las Bellas Artes, dando como resultado estudiantes con una formación y miras profesionales mucho más amplias e interdisciplinares.
Con la integración se podría crear un cuerpo perfectamente vertebrado y sólido de enseñanzas universitarias en el área de las artes, dotando a las mismas del valor que se merecen. Por otro lado, es necesario dar un paso al frente en cuanto a la cuestión de las Enseñanzas Superiores Artísticas, considerando que su integración dentro del campus universitario puede engrandecer a ambas partes a la par de ampliar su ámbito de trabajo e investigación.
Gracias a su integración, además de una mejora y ampliación en la oferta educativa, se podrían cubrir otras necesidades fundamentales como son la investigación, el acceso a becas y la ampliación de posibilidades de movilidad tanto del profesorado como del alumnado.
La incorporación a la Universidad Complutense sería lo más adecuado debido a la existencia en dicha universidad de la única Facultad de Bellas Artes de la Comunidad de Madrid. Ello permitirá, además, crear un espacio de las artes dentro de dicha universidad retomándose así el diseño original del campus universitario.
Resumiendo la propuesta, podemos afirmar que con la incorporación de las Escuelas Superiores a la Universidad Complutense, institución de referencia tanto en la Comunidad de Madrid como a nivel nacional y en concreto a la Facultad de Bellas Artes, referente en estas enseñanzas en el país con larga tradición y solvencia en el ámbito universitario se lograría:
2. Antecedentes y descripción de la situación actual que justifica la propuesta que se formula para su inclusión en la futura Ley de la Sociedad del aprendizaje.
Ante la propuesta de una Ley de la Sociedad del Aprendizaje se abre la oportunidad de resolver un problema generado por el Real Decreto 1614/2009, de 26 de octubre corrigiendo anomalías y duplicidades en el contexto de los estudios artísticos superiores.
Las enseñanzas artísticas en España con nivel 2 del MECES las podemos encontrar en las universidades españolas en su oferta de estudios universitarios y en escuelas superiores con las enseñanzas artísticas superiores.
Así en el organigrama del sistema Educativo Español podemos ver esa doble vía de estudios universitarios y enseñanzas artísticas.
En el marco de los estudios universitarios y concretamente en la Comunidad de Madrid, nos encontramos con la Facultad de Bellas Artes y en el de los no universitarios con las escuelas superiores están: el Real Conservatorio Superior de Música, la Real Escuela Superior de Arte Dramático, el Conservatorio Superior de Danza “María de Ávila”, la Escuela Superior de Canto, la Escuela Superior de Diseño y la Escuela Superior de Restauración.
UNIVERSITARIOS
Facultad de Bellas Artes
Los estudios de Bellas Artes, Diseño y Conservación y Restauración se imparten en España desde hace décadas en el seno de las Facultades de Bellas Artes.
Inicialmente, era la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, parte de la Academia del mismo nombre quien desde 1752, tenía la función de impartir los estudios de BBAA.
En 1970 la Ley General de Educación, en su disposición transitoria segunda, recogía que «las Escuelas Superiores de Bellas Artes, los Conservatorios de Música y las Escuelas de Arte Dramático se incorporarán a la Educación universitaria en sus tres ciclos, en la forma y con los requisitos que reglamentariamente se establezcan». En desarrollo de la referida Ley, en 1978 se incorporaron dichos estudios a la Universidad y se transforma la Escuela de BBAA de San Fernando, para crear la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, segregándose aquella de la Academia.
Pese a que la Ley General hacía mención a que los Conservatorios de Música, y las Escuelas de Arte Dramático se debían incorporar también a la Educación universitaria, dicha integración no se realizó por diversas razones.
Posteriormente, distintas Comunidades Autónomas fueron realizando la transformación de los estudios de BBAA: San Carlos en Valencia, Santa Isabel en Sevilla... Así se han creado 15 facultades públicas distribuidas por todo el país.
Las titulaciones que imparte la Facultad de Bellas Artes de la UCM en la actualidad son:
Estudios de Grado:
Estudios de Máster:
Estudios de Doctorado
NO UNIVERSITARIOS: ESCUELAS SUPERIORES
En el organigrama del Sistema Educativo Español, de forma paralela a los estudios universitarios, han persistido unas enseñanzas artísticas superiores subdivididas en seis disciplinas: música, danza, arte dramático, conservación y restauración de bienes culturales, artes plásticas y diseño.
El Real Decreto 1614/2009, de 26 de octubre, establecía la ordenación de las enseñanzas artísticas superiores, destacando los siguientes aspectos:
Es importante, no obstante, diferenciar dentro del organigrama dos bloques: uno formado por los estudios de música, danza y arte dramático que tiene su sentido y utilidad por la practica exclusividad de la formación que imparten y legitimado por la Ley General de Educación de 1970 y otro bloque el de los estudios de conservación y restauración de bienes culturales, artes plásticas y diseño que entra en duplicidad de titulaciones con los estudios universitarios impartidos por las actuales 15 facultades de BBAA en España.
Así hoy existen dos escuelas en Madrid (Escuela Superior de Diseño y Escuela Superior de Restauración) que se incorporaron en el organigrama de la Educación Superior de forma anómala ya que la Ley de 1970 no se dirigía a las mismas ya que eran parte de las Enseñanzas Artísticas Aplicadas (Artes y Oficios).
Abundando en la diferencia de esas escuelas, con los conservatorios y las de arte dramático etc. del primer bloque, todo su recorrido curricular es específico en las escuelas del primer bloque, estos últimos (música, danza, etc.), tienen un régimen especial en Educación Primaria con las Enseñanzas Elementales de Música y Danza, en Educación Secundaria con las Enseñanzas Profesionales de Música y Danza y en la Educación Superior con las Enseñanzas Artísticas Superiores.
No es el caso de los estudios de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, Artes Plásticas y Diseño que se segregaron de los Ciclos Formativos de Grado Superior y Medio de Artes Plásticas y Diseño, rompiéndose el recorrido que tenía sentido en dichos estudios: Título de Técnico en Artes Plásticas y Diseño, Título de técnico superior en Artes Plásticas y Diseño para continuar posteriormente los estudios en las Facultades de Bellas Artes. En la actualidad no se imparten las enseñanzas de Conservación y Restauración en dichos ciclos, lo que supone una evidente carencia de este tipo de profesionales.
Las enseñanzas artísticas superiores no universitarias en la Comunidad de Madrid
Bloque 1: Enseñanzas Artísticas Superiores no universitarias sin duplicidad en el sistema universitario español
Música
Los estudios de música se imparten en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Este, fue fundado por la reina María Cristina en 1830 a semejanza de las instituciones que para la enseñanza de la música existían en otros países europeos, especialmente en Italia y Francia.
En los años 70, cuando los estudios de Bellas Artes se incorporaron a la universidad, los conservatorios no hicieron la transición alegando una posible pérdida de especificidad de sus estudios.
Las titulaciones que imparte en la actualidad son:
Canto
Los estudios de canto se imparten en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid (itinerario D) y también en la Escuela Superior de Canto.
El Real Conservatorio Superior de Música se ubica junto al Museo Reina Sofía desde 1990, año en el que se produce la segregación de la Escuela Superior de Canto que, por razones de espacio, se ubica en la calle San Bernardo.
Las titulaciones que imparte en la actualidad son:
Arte Dramático
Los estudios de arte dramático se imparten en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD). Tiene su origen en 1831, cuando la reina María Cristina de Borbón lo incorpora al Real Conservatorio de Música, cambiando la denominación de este a Real Conservatorio de Música y Declamación. En 1952, la sección de Declamación del Real Conservatorio pasa a denominarse Real Escuela Superior de Arte Dramático
La Disposición Transitoria 2ª.4 de la Ley General de Educación de 1970 que disponía que las Escuelas Superiores de Bellas Artes, los Conservatorios de Música y las Escuelas de Arte Dramático se incorporarán a la educación universitaria en sus tres ciclos, en la forma y con los requisitos que reglamentariamente se establezcan, sin embargo, la Escuela Superior de Arte dramático no se incorporó al sistema universitario previsiblemente por temor a perder la especificidad de sus estudios.
Las titulaciones que imparte en la actualidad son:
Danza
Los estudios de danza se imparten en el Conservatorio Superior de Danza “María de Ávila”
El origen se remonta a 1830 con la creación del Real Conservatorio de Música, pero no fue hasta 1966 cuando se creó la Real Escuela Superior de Arte Dramático y Danza. En 1990 se produce la segregación de la sección de Danza creándose la Escuela Profesional de Danza.
No es hasta el año 2001, cuando la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid establece provisionalmente las Enseñanzas de Grado Superior de Danza, creándose en 2006 el Conservatorio Superior de Danza de Madrid “María de Ávila” (CSDMA).
Las titulaciones que imparte en la actualidad son:
Bloque 2: Enseñanzas Artísticas Superiores con duplicidad en el sistema universitario español
Cuando se planteó el proceso de Bolonia, y las distintas normativas abrieron la posibilidad de que las Escuelas de Arte pudieran impartir cursos de grado, fue una errónea equiparación al proceso que se estaban llevando a cabo en otros países. La razón, entre otras, es que en algunos países del Espacio Bolonia las enseñanzas artísticas no eran universitarias y se arbitraron para ellos la posibilidad de impartir titulaciones de master y grado. Este obviamente no era el caso español pero, la aplicación errónea de los acuerdos ha derivado en las actuales reivindicaciones de las Escuelas Superiores de Arte hasta conseguir segregarse de los Ciclos Formativos de Grado Superior de Artes Plásticas y Diseño.
En estos años hemos asistido, como consecuencia de la referida segregación, a contradicciones tales como:
Conservación y Restauración
La Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales proviene de la Escuela de Artes Aplicadas a la Restauración creada en 1969, rigiéndose por la normativa de las Escuelas de Artes Aplicadas y Oficios.
Las titulaciones que imparte en la actualidad son:
Diseño
La Escuela Superior de Diseño proviene de la Escuela de Artes Aplicadas a la Restauración creada en 1969, rigiéndose por la normativa de las Escuelas de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos creadas en 1992
Las titulaciones que imparte en la actualidad son:
PARADOJAS DOCENTES Y ADMINISTRATIVAS DE LA SITUACIÓN ACTUAL.
Elena Blanch
Decana de la Facultad de Bellas Artes UCM
El portal ciudadano no permite en la elaboración de los comentarios incluir imágenes por lo que no han podido incluirse las mismas en estas, para subsanar esta situación, se ha remitido este mismo texto completo incluyendo sus imágenes por correo electrónico.
Enviado por margarita san andrés moya el Mié, 18/12/2019 - 22:56 Enlace permanente
Integración de las enseñanzas artísticas en la universidad
En calidad de miembro del Consejo Universitario de la Comunidad de Madrid y aprovechando el período de propuestas y alegaciones a la futura Ley de la Sociedad del Aprendizaje, apreciaría tuviera en cuenta las siguientes consideraciones: Entre las titulaciones impartidas en la Universidad Complutense de Madrid, se encuentran: Estudios de Grado: • Grado en Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural • Grado en Diseño Estudios de Máster: • Máster en Conservación del Patrimonio Cultural • Máster en Diseño Estudios de Doctorado • Doctorado en Bellas Artes (incluyendo la línea de Conservación y Restauración y la de Diseño) Todas ellas se imparten en la Facultad de Bellas Artes de la UCM, y han sido validadas por la ANECA, superando positivamente todos los procesos de acreditación. Paradójicamente, dentro del marco del Sistema Educativo Español, y en paralelo a los estudios universitarios, se han mantenido unas enseñanzas artísticas superiores, entre las que se encuentran estudios de conservación y restauración de bienes culturales y de diseño. Esta duplicidad se lleva produciendo desde hace años y es común a todas las Comunidades Autónomas, circunstancia que es perjudicial para los titulados egresados y su futura trayectoria profesional. Desde la UCM, entendemos que la nueva Ley de la Sociedad del Aprendizaje, es una gran oportunidad para resolver esta situación. Por esta razón, como miembro del Consejo Universitario de la Comunidad y en representación de la UCM, apoyo totalmente el informe presentado por Elena Blanch, Decana de la Facultad de Bellas Artes, en el que se describen los antecedentes, la situación actual de estas enseñanzas, las que se imparten en el marco universitario y no universitario, y las propuestas que permitirían solucionar esta situación. Sería muy oportuno que, aprovechando esta nueva ley, se establecieron los medios necesarios , para que finalmente las enseñanzas artísticas no universitarias sean integradas dentro de las enseñanzas impartidas en la UCM.
Margarita San Andrés Moya
Vicerrectora de Investigación y Transferencia de la UCM
Enviado por Secretaría de Universidades - PSOE-M el Jue, 19/12/2019 - 11:18 Enlace permanente
Alegaciones a la LSA
ALEGACIONES AL ANTEPROYECTO DE LEY DE LA SOCIEDAD DEL APRENDIZAJE Ante la apertura del trámite de Consulta pública del Anteproyecto de Ley de la Sociedad del Aprendizaje (LSA) por parte del Gobierno de la Comunidad de Madrid, la Secretaría Ejecutiva de Universidades el PSOE-M quiere hacer constar las siguientes alegaciones: El trámite de Consulta pública del Anteproyecto de Ley de la Sociedad del Aprendizaje (LSA) tan sólo se cumple formalmente y de manera precaria, lo que pone en evidencia una falta de voluntad política real de diálogo con los actores sociales por parte del Gobierno de la Comunidad de Madrid en la elaboración y trámite de la nueva norma. Entendemos que el proceso de consulta pública de una norma de la relevancia de esta para nuestra región requeriría de un texto suficientemente detallado, que pudiera ser debatido por el conjunto de la sociedad madrileña y ser a su vez objeto de aportaciones sustantivas, enriqueciendo la propuesta del ejecutivo regional y contribuyendo a generar el necesario consenso entre los actores sociales y políticos y el conjunto de la sociedad madrileña. Si la LSA quiere seguir un recorrido diferente a la LEMES, tendrá que transitar por el camino del consenso, y para ello es necesario abrir trámites reales de participación y aportación por parte de la ciudadanía y, muy especialmente, por la comunidad universitaria y científica madrileñas. El título de Ley de la Sociedad del Aprendizaje resulta confuso y niega el papel central que le correspondería en este texto normativo a la universidad. El ejecutivo regional debe explicar con mayor claridad cuál es el sentido de la utilización del término Sociedad del Aprendizaje y su oportunidad. En el breve texto publicado como Memoria del Anteproyecto de la LSA no queda claro si se trata de una norma reguladora de las universidades, de la educación superior en su conjunto, o de los ámbitos de la ciencia y la innovación o una especie de norma global para impulsar la Sociedad del conocimiento en la región. En ciertos momentos parece que el término fuera no más que una carcasa vacía, en otros, la confusión terminológica es tal que se utiliza para referirse de manera indistinta a “una actividad que nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida” y “una tarea esencial de un Estado social y democrático de derecho”, lo que denota una preocupante confusión entre los procesos de producción del conocimiento y los contextos, sean estos sociales o institucionales, en que el progreso de la ciencia y el conocimiento se produce. Si bien parece claro que tanto el sistema universitario como el de ciencia e innovación constituyen elementos esenciales para que Madrid ocupe la posición de liderazgo entre las regiones del conocimiento a nivel mundial que le corresponde, pensamos que cada uno de los dos sistemas requiere y merece una regulación normativa individualizada. La Comunidad de Madrid necesita una regulación legislativa que ordene y garantice el adecuado funcionamiento de su complejo sistema universitario, y que sea capaz de regular la interrelación con los distintos organismos y entes públicos y privados insertos en el sistema de conocimiento, ayudando a canalizar y transferir al conjunto de la sociedad el enorme potencial de la región. Por otra parte, necesita también una Ley de la Ciencia e Innovación que establezca los mecanismos por los cuales las universidades y el resto de entidades y organismos de investigación pueden acceder a las ayudas públicas que fomenten la creación de conocimiento, la atracción y retención de talento, el emprendimiento y la innovación. Es necesario partir de un diagnóstico adecuado de los problemas reales, centrado no sólo en fomentar la competitividad de las empresas y la empleabilidad, sino también en garantizar la cohesión social y un crecimiento ordenado y sostenible de la región. La breve referencia a los Objetivos de Desarrollo Sostenible no parece garantía suficiente de que este aspecto fundamental vaya a ocupar en la nueva Ley el lugar central que sería necesario y deseable y no alcanza a situarle en línea con las demandas de la Unión Europea y el contexto internacional. El breve texto que se presenta como Memoria del Anteproyecto no aborda un diagnóstico real de la situación de las universidades madrileñas ni sobre el sistema de conocimiento en su conjunto, estando ausentes del mismo las líneas de actuación política estratégica del actual ejecutivo regional. La justificación de motivos, encabezada por un epígrafe titulado “problemas que se quieren solucionar”, es más bien una presentación confusa de ideas sobre la centralidad creciente del conocimiento como instrumento para el avance social y económico de las sociedades contemporáneas. Un diagnóstico realista de la situación en la Comunidad de Madrid pone sobre todo de relieve una falta lesiva de financiación del sistema universitario, de ciencia e innovación en la región. Nuestra región ha sufrido un recorte del 25% de su presupuesto dedicado a las universidades desde el inicio de crisis, aumentando la brecha con respecto a otras CCAA. El nivel de inversión en I+D+i ha sufrido por su parte una disminución del 10% durante la crisis, especialmente debida a la caída del esfuerzo inversor público (19%). Cifras que operan en claro contraste con el incremento en media del 27% en el conjunto de los países europeos y que sitúan a nuestra región lejos de las posiciones de liderazgo que debería ocupar. Aunque Madrid aparece como una de las CCAA donde la tasa de inversión global en I+D+i es mayor (1,68% del PIB regional frente a 1,19% de media en el conjunto nacional para 2018), buena parte se debe a la inversión privada y a la financiación canalizada a través del Gobierno de la nación. Así, mientras la Comunidad de Madrid dedica 11€ por habitante a I+D+i, esta cifra se eleva a 196€ en el País Vasco, 80€ en Cataluña, o 47€ en Andalucía y queda a años luz del apoyo decidido de otros países como Alemania (855€ por habitante) o Francia (693€ por habitante). La financiación de las universidades y del sistema de conocimiento no puede depender de la generosidad contingente del gobierno de turno o de la concurrencia coyuntural de intereses económicos desde el ámbito privado. El punto cero de cualquier regulación normativa del sistema universitario y de conocimiento de la Comunidad de Madrid debe tomar como prioridad establecer niveles de financiación suficiente y estable en el tiempo, que garanticen el adecuado funcionamiento institucional y el diseño de líneas estratégicas de actuación dentro de su autonomía por parte de las universidades a medio y largo plazo. Este aumento de la financiación ha de traducirse necesariamente en una reducción drástica de las tasas académicas de las universidades públicas y una política de becas de carácter regional que garantice la igualdad de oportunidades en el acceso y el desarrollo de los estudios universitarios por parte de todos los madrileños, con independencia de sus circunstancias socioeconómicas. En estos momentos estudiar en Madrid es dos veces más caro que hacerlo en comunidades menos ricas que Madrid, como por ejemplo Galicia y Andalucía. Así mismo, los precios públicos de los másteres han de igualarse a los de los grados. La Comunidad de Madrid debe caminar hacia la gratuidad de la primera matrícula si el/la estudiante supera con éxito todos los créditos. La Ley debe garantizar que el sistema universitario madrileño pueda funcionar como un ente único y coordinado en orden a su articulación como eje estratégico del desarrollo de Madrid como una región del conocimiento comparable a las mejores del mundo. En este sentido, uno de los puntos débiles que evidencia un diagnóstico del sistema universitario y del conocimiento de nuestra región es la falta de una planificación estratégica del espacio madrileño de educación superior que garantice su funcionamiento de acuerdo a los principios de servicio público. La nueva Ley debe abordar de forma explícita la regulación de la concesión de autorizaciones para la creación y reconocimiento de nuevas universidades y centros universitarios y del adecuado control sobre el desempeño de sus actividades, así como la racionalización de la oferta de títulos en los centros tanto de titularidad pública como privada, clarificando y homogeneizando los criterios de admisión y de autorización para su implantación en la Comunidad de Madrid, de modo que se evite la sobresaturación de la oferta. La aprobación de la transformación de tres Centros adscritos a distintas universidades públicas de la Comunidad de Madrid en tres nuevas universidades privadas y su tramitación apresurada en el tramo final de la pasada legislatura ha situado a las universidades públicas de nuestra región en una situación de desventaja que no tiene parangón en ningún otro lugar del territorio español ni en el contexto internacional. La Ley debe ser explícita en su apoyo decidido a la universidad pública madrileña. La nueva Ley debe también contemplar el refuerzo de los órganos de gestión del sistema universitario madrileño para hacerlos más participativos y democráticos, asegurando la participación efectiva de todos los agentes para la planificación y ordenación del sistema, así como incrementar los mecanismos para el control y rendición de cuentas de las universidades. Un eje estratégico fundamental del refuerzo del sistema universitario madrileño como un sistema único y coordinado es el impulso decidido al acercamiento de la universidad a la sociedad y al cumplimiento de su misión de transferencia de conocimiento y dinamización social, cultural y económica de la región. Un objetivo que reclama de una atención y apoyo mayor a la dimensión social de las universidades, a su responsabilidad social, la cooperación para el desarrollo, la formación a la largo de la vida y la flexibilización de las formas de enseñanza, y de la que es parte fundamental la preocupación por la garantía de los derechos, con especial mención a la igualdad de género y el respeto a la diversidad.
Enviado por Secretaría de Universidades - PSOE-M el Jue, 19/12/2019 - 16:14 Enlace permanente
Error de edición
El sistema ha anulado las marcas de párrafo, por lo que procedemos a subir de nuevo el texto completo de las alegaciones.
Enviado por Secretaría de Universidades - PSOE-M el Jue, 19/12/2019 - 16:13 Enlace permanente
Alegaciones al Anteproyecto de la LSA
ALEGACIONES AL ANTEPROYECTO DE LEY DE LA SOCIEDAD DEL APRENDIZAJE
Ante la apertura del trámite de Consulta pública del Anteproyecto de Ley de la Sociedad del Aprendizaje (LSA) por parte del Gobierno de la Comunidad de Madrid, la Secretaría Ejecutiva de Universidades del PSOE-M quiere hacer constar las siguientes alegaciones:
El trámite de Consulta pública del Anteproyecto de Ley de la Sociedad del Aprendizaje (LSA) tan sólo se cumple formalmente y de manera precaria, lo que pone en evidencia una falta de voluntad política real de diálogo con los actores sociales por parte del Gobierno de la Comunidad de Madrid en la elaboración y trámite de la nueva norma.
Entendemos que el proceso de consulta pública de una norma de la relevancia de esta para nuestra región requeriría de un texto suficientemente detallado, que pudiera ser debatido por el conjunto de la sociedad madrileña y ser a su vez objeto de aportaciones sustantivas, enriqueciendo la propuesta del ejecutivo regional y contribuyendo a generar el necesario consenso entre los actores sociales y políticos y el conjunto de la sociedad madrileña. Si la LSA quiere seguir un recorrido diferente a la LEMES, tendrá que transitar por el camino del consenso, y para ello es necesario abrir trámites reales de participación y aportación por parte de la ciudadanía y, muy especialmente, por la comunidad universitaria y científica madrileñas.
El título de Ley de la Sociedad del Aprendizaje resulta confuso y niega el papel central que le correspondería en este texto normativo a la universidad. El ejecutivo regional debe explicar con mayor claridad cuál es el sentido de la utilización del término Sociedad del Aprendizaje y su oportunidad. En el breve texto publicado como Memoria del Anteproyecto de la LSA no queda claro si se trata de una norma reguladora de las universidades, de la educación superior en su conjunto, o de los ámbitos de la ciencia y la innovación o una especie de norma global para impulsar la Sociedad del conocimiento en la región. En ciertos momentos parece que el término fuera no más que una carcasa vacía, en otros, la confusión terminológica es tal que se utiliza para referirse de manera indistinta a “una actividad que nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida” y “una tarea esencial de un Estado social y democrático de derecho”, lo que denota una preocupante confusión entre los procesos de producción del conocimiento y los contextos, sean estos sociales o institucionales, en que el progreso de la ciencia y el conocimiento se produce.
Si bien parece claro que tanto el sistema universitario como el de ciencia e innovación constituyen elementos esenciales para que Madrid ocupe la posición de liderazgo entre las regiones del conocimiento a nivel mundial que le corresponde, pensamos que cada uno de los dos sistemas requiere y merece una regulación normativa individualizada.
La Comunidad de Madrid necesita una regulación legislativa que ordene y garantice el adecuado funcionamiento de su complejo sistema universitario, y que sea capaz de regular la interrelación con los distintos organismos y entes públicos y privados insertos en el sistema de conocimiento, ayudando a canalizar y transferir al conjunto de la sociedad el enorme potencial de la región. Por otra parte, necesita también una Ley de la Ciencia e Innovación que establezca los mecanismos por los cuales las universidades y el resto de entidades y organismos de investigación pueden acceder a las ayudas públicas que fomenten la creación de conocimiento, la atracción y retención de talento, el emprendimiento y la innovación.
Es necesario partir de un diagnóstico adecuado de los problemas reales, centrado no sólo en fomentar la competitividad de las empresas y la empleabilidad, sino también en garantizar la cohesión social y un crecimiento ordenado y sostenible de la región. La breve referencia a los Objetivos de Desarrollo Sostenible no parece garantía suficiente de que este aspecto fundamental vaya a ocupar en la nueva Ley el lugar central que sería necesario y deseable y no alcanza a situarle en línea con las demandas de la Unión Europea y el contexto internacional.
El breve texto que se presenta como Memoria del Anteproyecto no aborda un diagnóstico real de la situación de las universidades madrileñas ni sobre el sistema de conocimiento en su conjunto, estando ausentes del mismo las líneas de actuación política estratégica del actual ejecutivo regional. La justificación de motivos, encabezada por un epígrafe titulado “problemas que se quieren solucionar”, es más bien una presentación confusa de ideas sobre la centralidad creciente del conocimiento como instrumento para el avance social y económico de las sociedades contemporáneas.
Un diagnóstico realista de la situación en la Comunidad de Madrid pone sobre todo de relieve una falta lesiva de financiación del sistema universitario, de ciencia e innovación en la región. Nuestra región ha sufrido un recorte del 25% de su presupuesto dedicado a las universidades desde el inicio de crisis, aumentando la brecha con respecto a otras CCAA. El nivel de inversión en I+D+i ha sufrido por su parte una disminución del 10% durante la crisis, especialmente debida a la caída del esfuerzo inversor público (19%). Cifras que operan en claro contraste con el incremento en media del 27% en el conjunto de los países europeos y que sitúan a nuestra región lejos de las posiciones de liderazgo que debería ocupar. Aunque Madrid aparece como una de las CCAA donde la tasa de inversión global en I+D+i es mayor (1,68% del PIB regional frente a 1,19% de media en el conjunto nacional para 2018), buena parte se debe a la inversión privada y a la financiación canalizada a través del Gobierno de la nación. Así, mientras la Comunidad de Madrid dedica 11€ por habitante a I+D+i, esta cifra se eleva a 196€ en el País Vasco, 80€ en Cataluña, o 47€ en Andalucía y queda a años luz del apoyo decidido de otros países como Alemania (855€ por habitante) o Francia (693€ por habitante).
La financiación de las universidades y del sistema de conocimiento no puede depender de la generosidad contingente del gobierno de turno o de la concurrencia coyuntural de intereses económicos desde el ámbito privado. El punto cero de cualquier regulación normativa del sistema universitario y de conocimiento de la Comunidad de Madrid debe tomar como prioridad establecer niveles de financiación suficiente y estable en el tiempo, que garanticen el adecuado funcionamiento institucional y el diseño de líneas estratégicas de actuación dentro de su autonomía por parte de las universidades a medio y largo plazo.
Este aumento de la financiación ha de traducirse necesariamente en una reducción drástica de las tasas académicas de las universidades públicas y una política de becas de carácter regional que garantice la igualdad de oportunidades en el acceso y el desarrollo de los estudios universitarios por parte de todos los madrileños, con independencia de sus circunstancias socioeconómicas. En estos momentos estudiar en Madrid es dos veces más caro que hacerlo en comunidades menos ricas que Madrid, como por ejemplo Galicia y Andalucía. Así mismo, los precios públicos de los másteres han de igualarse a los de los grados. La Comunidad de Madrid debe caminar hacia la gratuidad de la primera matrícula si el/la estudiante supera con éxito todos los créditos.
La Ley debe garantizar que el sistema universitario madrileño pueda funcionar como un ente único y coordinado en orden a su articulación como eje estratégico del desarrollo de Madrid como una región del conocimiento comparable a las mejores del mundo.
En este sentido, uno de los puntos débiles que evidencia un diagnóstico del sistema universitario y del conocimiento de nuestra región es la falta de una planificación estratégica del espacio madrileño de educación superior que garantice su funcionamiento de acuerdo a los principios de servicio público. La nueva Ley debe abordar de forma explícita la regulación de la concesión de autorizaciones para la creación y reconocimiento de nuevas universidades y centros universitarios y del adecuado control sobre el desempeño de sus actividades, así como la racionalización de la oferta de títulos en los centros tanto de titularidad pública como privada, clarificando y homogeneizando los criterios de admisión y de autorización para su implantación en la Comunidad de Madrid, de modo que se evite la sobresaturación de la oferta.
La aprobación de la transformación de tres Centros adscritos a distintas universidades públicas de la Comunidad de Madrid en tres nuevas universidades privadas y su tramitación apresurada en el tramo final de la pasada legislatura ha situado a las universidades públicas de nuestra región en una situación de desventaja que no tiene parangón en ningún otro lugar del territorio español ni en el contexto internacional. La Ley debe ser explícita en su apoyo decidido a la universidad pública madrileña.
La nueva Ley debe también contemplar el refuerzo de los órganos de gestión del sistema universitario madrileño para hacerlos más participativos y democráticos, asegurando la participación efectiva de todos los agentes para la planificación y ordenación del sistema, así como incrementar los mecanismos para el control y rendición de cuentas de las universidades.
Un eje estratégico fundamental del refuerzo del sistema universitario madrileño como un sistema único y coordinado es el impulso decidido al acercamiento de la universidad a la sociedad y al cumplimiento de su misión de transferencia de conocimiento y dinamización social, cultural y económica de la región. Un objetivo que reclama de una atención y apoyo mayor a la dimensión social de las universidades, a su responsabilidad social, la cooperación para el desarrollo, la formación a la largo de la vida y la flexibilización de las formas de enseñanza, y de la que es parte fundamental la preocupación por la garantía de los derechos, con especial mención a la igualdad de género y el respeto a la diversidad.
Olga Salido Cortés
Secretaria Ejecutiva de Universidades del PSOE-M